martes, 26 de agosto de 2008

lunes, 18 de agosto de 2008

Fotos


Fotografias de la muestra por Seniorita Polyester

jueves, 14 de agosto de 2008

Recaudacion

Tras el fin de semana 2 y 3 de Agosto nos encontramos con la sorpresa de muchas alimentos recaudados. Gabriela Silveira (representante de la Fundación Sendero) se hizo presente el día 3  para acompañarnos en dicho evento y para luego transportar la suma de lo recaudado.

Fue alentador enterarnos que el total solamente de ese fin de semana fue de un total de 135 kgs de alimentos, los cuales fueron contabiizados y disdribuidos ya en gran parte. La mayor parte de los mismos fueron dados el día del niño, asi que, no queda más que seguir uniendonos para poder ayudar a todas aquellas personas que necesitan o mejor dicho que nos necesitan.

Es por eso que les agradecemos a cada uno que se acercó y pudo contribuir con la causa, desde ya que los estaremos esperando para mucho más de todo esto :)

Aquí el blog de la Fundación Sendero para que tengan más información: http://fundacionsendero.blogspot.com/2008/08/exposicin-hanami-gracias-por-la.html

miércoles, 13 de agosto de 2008

Gracias


Gente sin mas palabras que agradecimiento para todos

Flyer realizado por Seniorita Polyester

Artistas:


Cortometrajes:

Debora Galun: http://www.deboragalun.com.ar/
Monica Zuluaga: http://www.flickr.com/photos/septima/
Gustavo Fontan: http://www.gustavo-fontan.blogspot.com/
Martin Pimentel: http://www.youtube.com/user/pimentelma
Mauricio Errani: http://www.errorvital.blogspot.com/
Gustavo Schammas: http://www.youtube.com/user/vinilofilms
Martin Deus: http://www.martindeus.com.ar
Laura Sayus: http://www.marialaurasayus.blogspot.com
Mario Bocchicchio: http://www.youtube.com/watch?v=aCQkjD68WV8
Ignacio Verguilla:
Adolfo Cabanchik:

Artes Plasticas y digital

Agostina Pazzia: http://www.flickr.com/photos/s_u_r_p_r_i_s_e_s/
Salome : http://www.flickr.com/photos/vorfas/
Nicolas Rubens: http://www.flickr.com/photos/olguinarte/
Franco Peralta: http://www.flickr.com/photos/cocococo
Seniorita Polyster : http://www.flickr.com/photos/senioritapolyester/
Andres Zerneri: http://www.andreszerneri.com.ar/
Silvia Cordero Vega: http://www.lacaligrafia.com
Guadalupe Bracaccini: http://www.flickr.com/photos/musicaderadio/
Mara Caffarone: http://www.flickr.com/photos/unknown_/
Gustavo Guarasci:

Fotografia:

Adriana Montaldo Vera: http://www.flickr.com/photos/adri_ana/
Veronica Noonan: http://www.flickr.com/photos/teleoalreves/
Julia Feldman: http://www.flickr.com/photos/variationsonthewordsleep/
Matias Seranian: http://www.flickr.com/photos/le_cadreur
Matias Sinigoi: http://www.flickr.com/photos/solounser/

Street Art: 

Monte Grande Stencil: http://www.fotolog.com/mtegdestncl
Daniela Bermejo: http://www.flickr.com/photos/hellocerise/


jueves, 7 de agosto de 2008

Flyer: Mara Caffarone

Expo Hanami se repite este fin de semana (9 y 10 de agosto) gracias al gran exito de recaudacion y por la gran colaboracion de todos uds

Los esperamos en Charcas 4741 de 14 a 19hs, fundacion Alfredo Palacios.

Entrada: "Un alimento no perecedero"

recuerden que todo lo recaudado sera donado a la fundacion Sendero

miércoles, 6 de agosto de 2008

Fotografias de la expo 2 y 3 de agosto







Estas son algunas de la foto de la exposicion tomadas por Adriana Montaldo Vera, los dias 2 y 3 de agosto


Hanami

Probablemente es la fiesta japonesa más famosa en todo el mundo. Literalmente "Hana" (flor) y "-mi" (ver), es decir contemplación de las flores. Todo Japón está lleno de cerezos ("sakura"), en los parques, a lo largo de las carreteras, en los campos.. este árbol que parece durante la mayor parte del año uno más sin nada que justifique su abundancia, aparece espectacular durante su floración, que apenas dura una semana o diez días, pero su belleza es tal, que justifica que se haya convertido en uno de los símbolos nacionales del Japón (aparece en los vagones del metro, en sellos, en la moneda de 100 yenes, tazas, platos...) Durante su floración se cubre de miles de pequeñas flores de color rosáceo, que hacen que los árboles vistos desde lejos parezcan estar nevados, mientras que de cerca, se aprecia la belleza y la delicadeza de su pequeña flor. 

Durante estos días, la costumbre japonesa es acudir a los parques y bajo los cerezos florecidos, comer, beber y charlar con los amigos, disfrutando de este espectáculo sin igual. 

Esta fiesta está cargada de simbología. Por un lado, significa el fin del duro invierno japonés y la llegada de la primavera, el buen tiempo y el renacimiento. También es la época del inicio del nuevo curso escolar y del nuevo año fiscal para los negocios. 

El otro significado asociado al hanami dada la brevedad de su floración, es la fugacidad de la vida. La frase "Mono no aware", algo así como "la tristeza por las cosas" o "la compasión" es un elemento central en la filosofía japonesa. La muerte y la desaparición en el ciclo de la vida son elementos tan fundamentales como su inicio, así que parte de la belleza de las cosas es precisamente la consciencia de que pronto desaparecerán, de que nada puede ser eterno y el dolor, la nostalgia que nos produce su contemplación sabiendo que pronto morirán, realza su belleza. En Occidente podría asimilarse al concepto de "la nostalgia del presente", esa sensación de pérdida que experimentamos cuando sentimos que un momento que estamos viviendo es perfecto y que lo recordaremos para siempre. 

El "mono no aware" entendido de este modo fue fijado durante la época Edo (1550-1850) por el lingüista, historiador y filósofo Motoori Norinaga (1730-1801) pero la costumbre de celebrar la fiesta bajo los cerezos es mucho más antigua, aparece reflejada en algunas crónicas del siglo VIII aunque parece que se generalizó a lo largo del periodo Heian (794-1192). 

La antigüedad del Hanami se ha visto relatada en el arte japonés. En Kojiki, del año 712, una de las primeras obras de literatura épica del Japón, ya se mencionaba esta costumbre. En la poesía de la era Heian (794-1185), se describe los Sakura como un símbolo de la delicadeza de la naturaleza y del ser humano.

En la era Edo (1550-1850), el escolar Motoori Norinaga (1730-1801) establece no una de las filosofías centrales, sino la central, de la literatura japonesa resumida en la frase “mono no aware”. Literalmente se traduce como “la lástima de las cosas” o “la compasión hacia las cosas”, pero su significado va mucho más allá. Para los japoneses, “mono no aware” significa que todo tiene un ciclo, que en el mundo desde los animales y los árboles, hasta las montañas y los ríos, tienen un principio y un final y que la destrucción de algo, a final de cuentas, es parte de un ciclo inevitable. “Siempre hay belleza en algo que llega a su fin”, hay belleza en la tragedia; “mono no aware” nos enseña a ser sensibles a la belleza que hay en todo y a valorar el tiempo. El florecer de los Sakura y lo súbito de su partida, es el origen de este pensamiento.



El hanami varía según la latitud, en el lejano sur (Okinawa) puede comenzar a partir de mediados de enero, mientras que no llega hasta Hokkaido, en el norte hasta principios de mayo. También varía según el invierno sea más o menos crudo, como ejemplo la media indica que en Naha, el hanami empieza el 19 de enero, el 28 de marzo Tokyo, el 31 Kyoto, el 12 de abril en Sendai hasta el 5 de mayo en Sapporo. El avance del hanami de sur a norte llamado "frente de floración" es seguido en las televisiones y todos los días aparecen reportajes sobre su llegada a lo largo de toda la geografía japonesa, así que en teoría se podría disfrutar del hanami dos meses, pero eso iría contra el propio significado del festival, así que no suele ser una costumbre habitual. 

Se puede disfrutar del hanami prácticamente en cualquier parque japonés, pero hay algunos lugares que son especialmente queridos, uno de ellos es el Parque Uedo en Tokyo, el Parque Naruyama (Kyoto) y el castillo de Nagoya son también famosos. 

La celebración es tan popular, que no resulta extraño durante estos días ver a ejecutivos (normalmente los jóvenes) bajo un árbol desde primera hora de la mañana reservando un lugar para celebrar la fiesta con sus compañeros de trabajo. El sake tiene una importancia muy grande, así que estos días es común ver borracheras espectaculares a cada paso en todos los parques japoneses. 

Como curiosidad, esta celebración japonesa ha sido exportada a diferentes países del mundo. A principios del siglo XX (en 1909 y 1912) el gobierno japonés obsequió al estadounidense con cerezos como prueba de buena voluntad. Dichos cerezos fueron plantados en Washington donde todavía se pueden contemplar. En otros países asiáticos son comunes, también en Australia o Nueva Zelanda. En Corea hay un enorme bosque en la ciudad de Busan, al sur. Plantados durante la ocupación estuvo a punto de ser talado en los años 70, ya que recordaba demasiado el dominio colonial, afortunadamente, la belleza se impuso y los cerezos alrededor de la bahía ofrecen una visión espectacular. 

Por último no se puede olvidar el mayor bosque del mundo: el millón de cerezos del Valle del Jerte (Cáceres), que suelen florecer a mediados de marzo y que tiene su propio Hanami: La fiesta del cerezo en flor.


En los jardines de mi universidad ya están floreciendo algunos árboles, entre ellos algún cerezo. En Japón, la flor del cerezo (y, en menor medida, la del ciruelo), tienen un significado importante. Para los samurái era su ideal: los guerreros esperaban morir mientras mantenían su esplendor, en la batalla, y no por envejecer, igual que la flor del cerezo (sakura, en japonés) cae del árbol antes de marchitarse, empujada por el viento. Además, hay una leyenda que cuenta que en un principio, las sakuras sólo eran blancas. Pero el seppuku (suicidio ritual para evitar la deshonra) que un samurái o un miembro de su familia cometía, solía realizarse delante de un cerezo. Por ello, según la historia, las flores del cerezo comenzaron a tornarse rosadas, debido a la sangre que absorbía el árbol.

OCCIDENTE Y ORIENTE

  Muchos grandes pensadores de Occidente, cada uno desde su propio punto de vista, han tratado este tema tan gastado por el tiempo, "Oriente y Occidente"; pero, por lo que yo sé, ha habido un número comparativamente escaso de autores del Extremo Oriente que hayan expresado sus opiniones como orientales. Este hecho me ha llevado a escoger este como una especie a lo que seguirá inmediatamente.


  Basho (1644-94), un gran poeta japonés del siglo XVII, compuso un poema de diecisiete sílabas conocido como haiku o Hokku. 

  Cuando miro con cuidado

¡Veo florecer la nazuna

Junto al seto!

  Es probable que Basho fuera caminando por el campo cuando observo algo junto al seto. Se acercó entonces, lo miró detenidamente, y descubrió que era nada menos que una planta silvestre, insignificante y generalmente inadvertida por los caminantes. Este es el hecho simple que el poema describe, sin que se exprese en ningún momento un sentimiento específicamente poético, a no ser quizá en las dos últimas silabas, en japonés kana. Esta partícula, ligada con frecuencia a un nombre, un adjetivo o un adverbio, significa cierto sentimiento de admiración, elogio, tristeza o alegría, y puede vertirse en ocasiones justamente a otras lenguas mediante un signo de admiración. En este haiku todo el verso termina con este signo.

  El sentimiento que prevalece en las diecisiete, o más bien quince sílabas y el signo de admiración al final quizá no sea comunicable para quienes conocen el idioma japonés. Trataré de explicarlo lo mejor posible. El poeta mismo podría no estar de acuerdo con mi intepretación, pero esto no importa mucho si sabemos que cuando menos hay alguien que lo entiende lo mismo que yo.

  En primer lugar, Basho era un poeta de la naturaleza, como lo son la mayoría del los poetas orientales. Aman tanto la naturaleza que se sienten uno con ella, sienten todos los latidos de las venas de la naturaleza. La mayoría de los occidentales tienden a separarse de la naturaleza. Piensan que este y el hombre nada tienen en común a no ser algunos aspectos deseables y que la naturaleza sólo existe para ser utilizada por el hombre. Pero para los orientales, la naturaleza está muy cercana. Este sentimiento por la naturaleza surge al descubrir Basho una planta nada llamativa, casi despreciable, que florecía junto al viejo seto descuidado, al lado del remoto camino campestre, tan inocentemente, tan sin pretensiones, sin desear ser advertida, por nadie. Y sin embargo, cuando se la mira, ¡qué tierna, qué llena de gloria y de esplendor divinos aparece, más gloriosa que Salomón! Su humildad misma, su belleza sin ostentación, provoca la admiración sincera. El poeta puede leer en cada pétalo el más profundo misterio de la vida o del ser. Basho pudo no tener conciencia de ello, pero estoy seguro que en su corazón, en ese momento, vibraba un sentimiento parecido a lo que los cristianos llaman amor divino, que alcanza las mayores profundidades de la vida cósmica.

 Las alturas del Himalaya pueden provocar en nosotros un sentimiento de temor sublime; las olas del pacífico pueden sugerirnos algo de infinitud. Pero cuando la propia mente se abre poética, mística o religiosamente, se siente, como Basho, que en cualquier tallo de hierba silvestre hay algo que trasciende de hecho todos los sentimientos humanos venales y bajos, que nos eleva a un nivel semejante en esplendor al de la Tierra Pura. La magnitud no tiene nada que ver en estos casos. A este respecto, el poeta japonés tienen un don específico que le permite descubrir algo grande en las pequeñas cosas, algo que trasciende todas las medidas cuantitativas.

 Tal es el Oriente. Veamos ahora qué puede ofrecer Occidente en una situación semejante. Escojo a Tennyson. Puede que no sea un típico poeta occidental, que debe ser seleccionado para compararlo con el poeta del Lejano Oriente. Pero el corto poema que citamos tiene algo muy cercano al de Basho. El poeta dice así: 

Flower in the crannied wall,

I pluck you out of thre crannies;-

Hold you here, root and all, in my hand. 

Little flower -but in I could understand

What you are, root and all, and all in all,

I should known what God and man is.

Flor en el muro agrietado,

Te arranco de las grietas; -

Te tomo, con todo y raíces, en mis manos,

Florecilla -pero si pudiera entender

Lo que eres, con todo y tus raíces, y, todo en todo,

Sabría qué es Dios y qué es el hombre.

 

Hay dos puntos que quiero subrayar en estas líneas:

1. El hecho de que Tennyson arranca la flor y la sostiene en sus manos, "con todo y raíces" y la mira, quizá intensamente. Es muy probable que experimentara un sentimiento parecido al de Basho, quien descubrió una flor de nazuna en el seto, al borde del camino. Pero la diferencia entre los dos poetas es que Basho no arranca la flor. La mira simplemente. Está absorto en sus pensamientos. Siente algo en su espíritu, pero no lo expresa. Deja que un signo de admiración diga todo lo que quiere decir. Porque no tiene palabras para expresarlo; su sentimiento es demasiado pleno, demasiado profundo y no quiere conceptualizarlo.

 Tennyson, en cambio, es activo y analítico. Primero arranca la flor de lugar donde crece. La separa de la tierra a la que pertenece. A diferencia del poeta oriental, no deja quieta a la flor. Tiene que arrancarla de la pared agrietada, "con todo y raíces", lo que significa que la planta debe morir. No le importa, al parecer, su destino; su propia curiosidad debe quedar satisfecha. Como algunos científicos, quiere hacer la disección de la planta. Basho ni siquiera toca la nazuna, simplemente la mira, la mira con "cuidado". Eso es todo. Se mantiene inactivo, en contraste con el dinamismo de Tennyson.

Quiero subrayar este punto aquí, y puede que tenga ocasión de volver a referirme a ello. Oriente es silencioso, mientras que Occidente es elocuente. Pero el silencio oriental no significa sencillamente ser mundo, y quedarse sin palabras o sin habla. El silencio es, muchos casos, tan elocuente como las palabras. Occidente gusta del verbalismo. No sólo eso. Occidente transforma la palabra en carne y hace que está encarnación burda y voluptuosamente, en sus arte y religión.

2. ¿Qué hace después Tennyson? Mirando la flor arrancada que probablemente empieza a marchitarse, se formula interiormente la pregunta: "¿Te entiendo?" Basho no se muestra inquisitivo en absoluto. Siente que todo el misterio se revela en su humilde nazuna, el misterio que ahonda en la fuente de toda existencia. Se siente embriagado por este sentimiento y lo expresa en un grito inefable, inaudible.

A diferencia de esto, Tennyson sigue con su reflexión: "Si pudiera entender lo que eres, sabría qué es Dios y qué es el hombre". Su llamado al entendimiento es característicamente occidental. Basho acepta, Tennyson resiste. La individualidad de Tennyson permanece aparte de la flor, "Dios y el hombre". No se identifica ni con Dios ni con la naturaleza. Permanece siempre aparte de ellos. Su conocimiento es lo que ahora llama "científicamente objetivo". Basho es completamente "subjetivo". (Esta no es la palabra adecuada, porque siempre se opone al objeto. Mi "sujeto es lo que me gusta llamar "subjetividad absoluta".) Basho permanece en esta "subjetividad absoluta" en la cual Basho contempla la nazuna y la nazuna contempla a Basho. No hay empatía, no simpatía ni identificación.

  Basho dice: "miro con cuidado" (en japonés "yoku mireba"). Las palabras "con cuidado" implican que Basho no es ya un observador, sino que la flor ha cobrado conciencia de sí misma y se expresa silenciosamente y elocuentemente. Y esta elocuencia silenciosa o silencio elocuente por parte de la flor encuentra un eco humano en las diecisietes sílabas de Basho. Sean cuáles fueren la profundidad del sentimiento, el misterio de la expresión y aun la filosofía de "subjetividad absoluta" que ellas haya, son inteligibles para los que han experimentado realmente todo esto.

  En Tennyson, hasta donde yo puedo juzgarlo, no hay en primer lugar una profundidad de sentimiento; es todo intelecto, lo que resulta típico de la mentalidad occidental. Es un partidario de la doctrina del logos. Tiene que decir algo, tiene que abstraer o intelectualizar su experiencia concreta. Tiene que salir del campo de los sentimientos al campo del entendimiento y debe sujetar la vida y sentimiento a una serie de análisis para satisfacer el espíritu occidental de investigación.

  He seleccionado a estos dos poetas, Basho y Tennyson, como ejemplos de dos puntos de vista básicos y característicos sobre la realidad. Basho pertenece a Oriente y Tennyson a Occidente. Al compararlos descubrimos que cada uno expresa su trasfondo tradicional. Al compararlo descubrimos que cada uno expresa su trasfondo tradicional. Según esto, la mentalidad occidental es: analítica, selectivas, diferencial, inductiva, individualista, intelectual, objetiva, científica, generalizadora, conceptual, esquemática, impersonal, legalista, organizadora, impositiva, auto-afirmativa, dispuesta a imponer su voluntad sobre los demás, etc. Frente a estos rasgos occidentales los de Oriente pueden caracterizarse así: sintética, totalizadora, integradora, no selectiva, deductiva, no sistemática, dogmática, intuitiva (más bien, afectiva), no discursiva, subjetiva, espiritualmente individualista y socialmente dirigida al grupo, etc.

  Por Daisetz T. Suzuki

Expo Hanami


Exposición Hanami nace de la idea de un grupo de artistas independientes que buscan por medio de las artes visuales, lograr ampliar la mira de la realidad hacia un juventud sedienta de arte.

Trabajando con una misma finalidad, todo el grupo de artista se alineo en una mirada particular, la de ayudar al prójimo, a los que mas lo necesitan, generando en el espectador la conciencia abandonada por la rutina y la cotidianidad.

Cada artista posee un visión individual de su arte que por distintos medios llega a  pasmar y traducir para que el resto lo pueda interpretar. La misma idea se da a la hora de generar conciencia social, partiendo de un ojo acostumbrado al observar el cotidiano, el mirar al que más lo necesita como una costumbre natural, esto se pueda transformar para que el detalle y la sorpresa vuelvan a suceder. Es por medio de estas reacciones que buscamos que cada persona que sea observador también pueda ser el que actúa y genera un mínimo por el cambio social y la ayuda al prójimo.

Todos los artistas convocados son parte de la idea del cambio, y es esto lo que empuja a la unión y desarrollo de cada exposición.

Andrea Mila; Matias Seranian